La transparencia del mal

Publicado en por IMAGO

La transparencia del mal:
Jean Baudrillard

por
Gustavo Matías Silva Fernandez



     Llegamos al fin al último autor de esta serie: Baudrillard, quien nos va a decir que este momento (al cual Lipovetsky llama indiferencia) es el momento después de la orgía, que para el autor es todo momento explosivo de la modernidad, en donde se liberan todos los campos; liberación política, sexual, de las fuerzas productivas, de las fuerzas destructivas, de la mujer, del niño, de las pulsiones inconscientes, el arte, etc. 
     En este momento, según Baudrillard, todo es transestética, transexual y transeconómico. Podríamos decir que, trayendo a Lipovetsky, que debido a esta indiferencia ya nada está en su lugar sino en todas partes. Así, cuando todo es político, ya nada es político; cuando todo es económico, ya nada es económico; cuando todo es sexual, ya nada lo es y es sexo pierde su determinación; cuando todo es estético, ya nada es bello ni feo y Baudrillard explica que hasta el mismo arte desaparece y ha desaparecido como acto simbólico. Pues en la transestética, ya no nos encontramos ni en lo bello o lo feo, sino en la imposibilidad de juzgarlos, lo cual nos condena, como diría Lipovetsky, a caer en una indiferencia. Por otra parte, ya todo es transexual pues el sexo no está en el sexo, sino en cualquier parte fuera de él. Baudrillard no utiliza el término en el sentido anatómico, sino en el sentido más general y nos explica que el cuerpo sexuado, en la actualidad, está entregado a una especie de destino artificial donde existe un juego sobre la conmutación de los signos del sexo. Para él, todos somos seres simbólicamente transexuales. Por último, también caemos en la indiferencia de la, una economía que se rige con sus propias reglas y que, en consecuencia, ya no tiene nada de económico ni de político, es "un puro juego —dice Baudrillard— de reglas flotantes y arbitrarias, un juego de catástrofes".
     Entonces, en este momento después de la orgía, la liberación habrá dejado a todo el mundo en búsqueda de su identidad sexual y genética, para lo cual habrá menos respuestas debido a la multiplicidad de los placeres.



Bibliografía:

Baudrillard, Jean. (1999) La transparencia del mal. Anagrama. Barcelona.               

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